Es presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid, desde el 22 de diciembre de 2016. Profesor de Educación Física, entrenador y apasionado del fútbol de formación, Paco Díez suma casi tres décadas entregado al balompié de base en toda la región. Un deporte que adora y que vive momentos de esplendor con más de 3 000 partidos cada fin de semana. Entre reflexiones, proyectos y recuerdos, Paco Díez confiesa que el fútbol lo ha sido todo para él y afirma que “los Colegios GSD son un referente en la Comunidad de Madrid”.
Su discurso es sosegado, como si quisiera gobernar el partido desde la posesión del balón. Los goles ya irán llegando. Desde luego, domina el terreno de juego como nadie. No en vano lleva casi treinta años dedicado al fútbol base de Madrid y es el gran mentor del fútbol 7 por estos lares, una idea que se le ocurrió observando el caos diario en el patio de su colegio de toda la vida, el Valdeluz, donde iban y venían tropecientos balones a la vez en cada recreo. A lo loco, aplicando la ley de la calle y sin VAR que valga.
Profesor de Educación Física, entrenador de Nivel 2 y con eterna vocación docente, nuestro invitado recalca su pasión intransferible: el fútbol de formación. Lo hace en GSD Guadarrama durante una soleada mañana del mes de mayo. Un escenario donde este señor de aspecto sencillo dice que se respira deporte por doquier. Valores, escuela. Sí, esos valores del deporte tan enraizados en el proyecto pedagógico de GSD. Otra gran cruzada personal de Paco Díez, el hombre que mejor conoce el fútbol madrileño.
Con tanta experiencia, ¿cómo se definiría rápidamente Paco Díez?
– Mi trayectoria es muy sencilla. Una persona enamorada de la docencia. Si volviera a nacer, sería docente. Siempre he trabajado en el mundo del deporte, en el fútbol. Y ahora me ha llegado la situación de ser presidente de la RFFM. Pero siempre he sido docente.
¿Qué objetivos o líneas maestras se plantea el presidente de la RFFM?
– El objetivo es modernizar la Federación. Se había quedado obsoleta. El anterior presidente estuvo 28 años, un periodo extenso del que yo no soy partidario. Lo que provoca es acostumbrarse a que esto sea como mi casa. Mis objetivos son cuatro: modernización, cercanía, formación y tecnología.
¿Qué significa el fútbol en su vida?
– El fútbol lo es todo para mí. Como jugador siempre digo que fui un portento físicamente y justito técnicamente. He disfrutado como jugador y como entrenador, pero mi gran vocación es el desarrollo del fútbol de formación. Dicen que fui el creador del fútbol 7 en Madrid. Pero el fútbol 7 no lo creó Paco Díez, sino mis alumnos del colegio Valdeluz. Un colegio que he compartido 41 años de mi vida. Cuando salíamos los profesores a cuidar los recreos, lógicamente, con dos campos de fútbol de tierra, en la hora del patio podría haber 700 u 800 niños, 500 balones jugando… Cada niño sabía cuál era su balón y su partido. Te colocabas en una esquina, mirabas y pensabas: “Esto hay que ordenarlo”. Y ordenarlo fue… Dividí en cuatro partes el espacio. Una chapuza, pero te ponías en el medio y todo era mejor. A partir de ahí nació el fútbol 7, con experiencias en el País Vasco, etcétera. Pero el fútbol 7 no oficial lo llevaba yo en un maletín. Empecé a colaborar con la RFFM y fui el responsable de implantarlo.
Las entidades deportivas tendrían que fomentar becas de formación en los estudios. Sería la mejor inversión de los clubes de élite.
¿Y cómo era implantar ese nuevo tipo de fútbol entonces, hace tres décadas?
– Nadie creía en él. Empecé a hacer visitas para que me dejaran un campo. Las primeras porterías las hizo el de mantenimiento del colegio Valdeluz. Los campos los pintaba yo. El primer reglamento lo tengo yo. En el segundo año de competición participó el Real Madrid, llegó uno encorbatado y dijo: “Quiero ver al responsable de la competición”. Allí estaba yo con chándal y no se creían que fuera yo. Pero ahí empezó a nacer todo.
¿Qué diagnóstico hace sobre el fútbol madrileño?
– Todos sacamos pecho porque el fútbol en Madrid goza de una salud espectacular y todos vamos a ver los éxitos de los primeros equipos. Esta temporada, en Primera División ha habido cinco clubes: el Real Madrid, el Atleti, el Leganés, el Getafe, el Rayo. Tenemos dos equipos en 2.ª A, siete en 2.ª B, etc. Eso es espectacular. Pero lo que más me satisface es que en Madrid se juegan 3 200 partidos todos los fines de semana, hay 110 000 jugadores de fútbol de formación, 1 700 árbitros. Eso es un orgullo. Lo otro es fútbol, espectáculo y negocio que mueven grandes masas. Pero las federaciones territoriales tenemos que encargarnos de la formación en el fútbol base. Que sea una fiesta y que no haya malos ejemplos en los campos. Y todo esto viene porque la gente tenga una formación adecuada. No hay que olvidarlo.
¿Qué enseña el fútbol para vivir mejor?
– El fútbol tiene los extremos opuestos. Podemos sacar lo positivo y lo negativo. Yo me quedo con lo positivo. El ser solidarios, generosos… Como en vuestros centros GSD, que todos los chavales que ahora empiezan a jugar dentro de 30 años están jugando una pachanga, pero siempre con el ejemplo del compañerismo que uno vive en el vestuario desde pequeño. La clave es esa: el compañerismo.
Y ya que estamos aquí… ¿qué le parece GSD?
– Soy un enamorado de los centros docentes. Sabiendo la historia de GSD, tiene un mérito inmenso en la Comunidad de Madrid. Porque no solo tiene este centro de Guadarrama donde estamos, sino un colegio espectacular como el de Buitrago. Y todos los demás. Es un ejemplo. ¿Por qué ha crecido así? Porque tiene una filosofía y unos valores donde el deporte es muy importante. Un referente en la Comunidad de Madrid. Primero, el esfuerzo por tener unas instalaciones de calidad inmejorable. Segundo, la filosofía de sus técnicos, que nunca olvidan que están en los centros GSD. Y, después, la profesionalización de los técnicos de GSD no solo como entrenadores, sino también del área de formación del deporte y la salud. Creo que es la línea a seguir por el fútbol de Madrid. Y hay que romper eso de que con buena voluntad vale todo. Si el diamante más precioso son los niños y las niñas, para pulir ese diamante tiene que haber gente preparada y cualificada. Como en GSD.
Las federaciones territoriales tenemos que encargarnos de la formación en el fútbol base. Que sea una fiesta y que no haya malos ejemplos en los campos. Y todo esto viene porque la gente tenga una formación adecuada.
Siempre hablamos de los valores del deporte…
– Sí. Hay muchos. Y el deporte es lo que une países. Une familias. Une a mucha gente. Hay una frase que dice que “una persona hoy en día puede cambiar de mujer, de trabajo, de signo político, pero no de equipo de fútbol”. Ese pequeño comentario de calle da la filosofía de lo que es el fútbol, en este caso.
¿Cómo es esa diferencia que sueles marcar entre la filosofía de un centro educativo frente a la de una entidad deportiva?
– La diferencia es que el centro educativo es formación por encima de los resultados. Busca que los niños reciban una serie de valores. Y muchas veces en las entidades deportivas el objetivo es ascender, ganar… y quedan relegados los valores. Los valores no son palabras, son hechos.
Nos decía antes de la entrevista que tiene una idea, un proyecto…
– Sí. Tengo un proyecto. Creo que las entidades deportivas tendrían que fomentar becas de formación en los estudios. Sería la mejor inversión de los clubes de élite. Porque luego hay que tener algo claro: si el jugador no llega a la elite, se queda sin oficio ni beneficio. Creo que, en vez de dar unas cantidades enormes de dinero, a lo mejor hay que fichar y dotar de becas formativas. Estamos fomentando jugadores que, en una edad no muy madura, creen que pueden vivir de esto y, luego, lamentablemente, no llegan.
¿Es realmente tan crucial lo que vivimos de pequeños, los valores que recibimos?
– La persona que ha vivido una formación en valores en un centro educativo y ha llegado a ser profesional del fútbol se le nota simplemente en la forma de actuar, de manifestarse. Y en sus ideales de vida.
Hablemos del fútbol femenino… ¿Hay una eclosión deportiva y una normalización, afortunadamente?
– El fútbol femenino en España está aún por debajo del número de licencias federativas, pero tenemos una calidad excepcional. Desde que hemos llegado a la RFFM, es una obsesión. Creo que la mujer debe tener su protagonismo en la sociedad. El deporte, y en concreto el fútbol, ha sido bastante machista. Y eso está cambiando. Los padres han asumido también que sus hijas pueden hacer fútbol u otros deportes y la sociedad se ha dado cuenta… Madrid es hoy un referente nacional no solo por la promoción, sino por los buenos resultados de las tres categorías del futbol femenino. No por la Junta directiva, sino porque hay un equipo de trabajo.
Y somos la única federación con una directora deportiva, Laura Torvisco, y una vocal en el fútbol femenino, Nerea Alonso. Hay varias seleccionadoras. Se rompen los esquemas seguidos hasta ahora.
La mujer debe tener su protagonismo en la sociedad. El deporte, y en concreto el fútbol, ha sido bastante machista. Y eso está cambiando.
¿Qué haría Paco Díez sin fútbol?
– Si no me dedicara al fútbol, trabajaría en organizaciones de ámbito social.
¿Un recuerdo especial de “alguna linda jugadita”, que diría Galeano?
– En el ámbito profesional, recuerdo el gol de Iniesta en el Mundial. Por el significado que tuvo. En cuanto a formación, recuerdo el primer partido en que el fútbol 7 se convirtió en competición oficial. Fue en el colegio Valdeluz, mi colegio, año 1991, en un partido entre el Valdeluz contra el Lacoma… Del resultado ya no me acuerdo.
¿Y aún hoy le sigue sorprendiendo el fútbol?
– El fútbol de formación me sigue sorprendiendo por la pasión que levanta. La parte negativa es cuando muchos se olvidan de que el fútbol es un deporte y hacen negocio.
Antes de despedirnos, cuéntenos la gran apuesta de la Federación de Fútbol Madrileña por la salud.
– Somos la única federación que hace, en este momento, 57 000 electros. Hay once unidades móviles que se desplazan a los campos, un servicio gratuito. La apuesta por la salud era uno de mis temas claves. Hemos salvado 26 casos de posibles muertes súbitas y hemos detectado más de cien anomalías corregibles. Si este trabajo se realiza en las edades más tempranas, nos vamos a ahorrar muchos sustos. La salud es importantísima.
¿Y un deseo de futuro como presidente de la RFFM?
– Seguir sirviendo al fútbol de Madrid por un tiempo y, luego, dar paso a gente joven dinámica y con ideas buenas. Que nunca olviden que estamos al servicio de los demás.