Parece que ya se va acercando el buen tiempo y eso nos hace inmensamente felices 😎
¿Sabéis por qué? Porque en nuestra Escuela aprovechamos la mínima ocasión para salir a realizar actividades al aire libre, y sobre todo a jugar 😍
Tenemos un entorno privilegiado que facilita poder utilizar metodologías activas en las que la utilización del espacio como agente motivador sea fundamental. Jugar al aire libre tiene muchos beneficios:
🔸 𝐅𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢ó𝐧 👉 ya que juegan en grupos más numerosos. Jugando descubren intereses en comunes, asumen roles, intercambian ideas y todo esto ayuda a relacionarse entre unos y otros.
🔹 𝐄𝐬𝐭𝐢𝐦𝐮𝐥𝐚 𝐥𝐚 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 👉 Cuando salimos al campo investigan su entorno e inventan muchísimos juegos con lo que tienen a mano, sólo con palos, piedras, arena… E incluso, sin nada.
🔸 𝐅𝐚𝐯𝐨𝐫𝐞𝐜𝐞 𝐞𝐥 𝐞𝐣𝐞𝐫𝐜𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐟í𝐬𝐢𝐜𝐨 👉 Uno de los juegos preferidos de los niños y niñas al aire libre es ¡correr! Saltar, trepar, correr… Todas estas actividades implican ejercicio físico y eso es…¡justamente lo que necesitan!
🔹 𝐂𝐮𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐬𝐭𝐚 👉 La vista de los humanos biológicamente está diseñada para mirar hacia el infinito y para limitar la visión cercana a momentos puntuales y de poca duración, así que cuando los niños y niñas están al aire libre evitan mirar de cerca, lo que puede provocar dolores de cabeza, fatiga visual y otros problemas oculares como la miopía.
🔸 𝐀𝐮𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐞𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚 👉 ya que pueden poner a prueba habilidades y capacidades, corriendo, trepando, lanzando un palo, una piedra, dando pedales, chutando una pelota, bailando un aro… De este modo podrán ganar confianza imponiéndose retos y venciendo dificultades.
🔹𝐄𝐱𝐩𝐨𝐬𝐢𝐜𝐢ó𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐚𝐫 👉 La luz solar es muy importante para la adquisición de la vitamina D, que ayuda a que sus huesos estén sanos y fuertes.
🔸 𝐋𝐢𝐛𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐬 👉 aunque existen reglas tanto en el patio como en nuestras salidas al campo, no son tantas como en el interior, así que al aire libre están más relajados.
🔹 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥𝐞𝐳𝐚 👉 Cuando salimos al campo, cosa que hacemos muchas veces aprovechando el maravilloso entrono que nos rodea, podemos utilizar los cinco sentidos para descubrir hasta lo más mínimo que haya en nuestro camino: plantas como las jaras que nos han dejado pegajosas las manos, les encanta mirar las hormigas a ver si tienen como dicen, el “culo rojo” o simplemente se paran a mirar el pantano, tocan distintas texturas, piedras, palos, musgo, la corteza de los árboles en los que intentan subirse…
Con todos estos beneficios y más que podríamos seguir enumerando, como que el juego al aire libre evita la exposición de tanto tiempo a las pantallas y la obesidad infantil, cómo no vamos a jugar siempre que podamos al aire libre con nuestros pequeños.
Es más, podemos constatar que una de las actividades favoritas que realizamos en la Escuela, es la salida al campo en el taller de mediodía.
