Como estamos en invierno y no ha nevado casi, las profes han querido recrear la nieve en las clases de una forma sencilla y divertida: bicarbonato y agua. Con el agua fría simula el frío de la nieve y la textura del bicarbonato es muy parecido al de la nieve. La diferencia está en que esta no se derrite y se convierte en agua.
Los alumnos más pequeños de la escuela han manipulado, tocado, tirado, formado creaciones con la nieve. Con los más mayores además de manipularla también se ha trabajado los animales de los polos y el cambio climático haciéndoles pensar porque en la estación en la que estamos , el invierno y en el lugar donde nos encontramos, la sierra , no hay nada de nieve. Se les ha explicado de una manera sencilla para que ellos lo pudieran entender.
Cualquier situación que nos rodea es fuente de aprendizaje para nuestros alumnos, y además en está ocasión nos ayuda a que sean conscientes de los efectos que los humanos producimos en nuestro planeta.