El aprendizaje cooperativo es una metodología que fomenta la colaboración entre los alumnos para alcanzar objetivos comunes, permitiendo que cada uno aporte lo mejor de sí. En las aulas de infantil, este enfoque se adapta al desarrollo de los más pequeños, creando un entorno donde el juego, la interacción y el trabajo en equipo son fundamentales para el aprendizaje.
En esta entrada, exploraremos cómo utilizamos el aprendizaje cooperativo en el aula, sus beneficios y algunas técnicas prácticas para aplicarlo.
¿Cómo lo utilizamos en la etapa de infantil?
En educación infantil, el aprendizaje cooperativo se desarrolla a través de actividades diseñadas para que los niños y niñas interactúen y colaboren.
Desde el segundo ciclo de Educación Infantil, el equipo docente organiza a la clase en pequeños grupos heterogéneos atendiendo a distintos criterios. Estos grupos pueden permanecer o variar según las necesidades que surjan.
Además, dentro del equipo cooperativo, cada integrante cuenta con una pareja o trio cooperativo, ya que en ocasiones también hacemos uso de esta organización en otros momentos como, por ejemplo, excursiones, salidas al campo y otras actividades. El nombre del equipo suele ser elegido por los distintos miembros de forma conjunta.
En función del nivel y trimestre, vamos incluyendo distintos roles: la hormiga (encargada de mantener orden y cuidar el material), el loro (portavoz del equipo), el águila (encargada de supervisar las tareas y asegurarse de que todos hacen lo que tienen que hacer) y la serpiente (encargada de mantener el silencio y un clima adecuado).
Las actividades suelen incluir dinámicas lúdicas, resolución de problemas sencillos, propuestas vinculadas a los proyectos u otros métodos, adaptadas siempre al nivel de desarrollo de los niños.
En todos estos momentos, como docentes actuamos como guías, promoviendo la interacción positiva y supervisando que todos los niños y niñas tengan la oportunidad de participar y aprender de manera equitativa.
Beneficios del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo aporta numerosos beneficios en el aula de infantil, tales como:
- Fomento de habilidades sociales: Los niños aprenden a comunicarse, trabajar en equipo, escuchar y respetar las ideas de los demás.
- Desarrollo de la empatía y el respeto: Al interactuar con sus compañeros, los niños entienden la importancia de aceptar las diferencias y valoran las fortalezas de los demás y fomentan la ayuda entre ellos.
- Mejora del aprendizaje: Resolver problemas en equipo y compartir ideas enriquece la comprensión de los contenidos.
- Aumento de la autoestima: Participar activamente en el grupo refuerza la confianza en sus propias capacidades.
- Inclusión educativa: Este enfoque favorece la integración de todos los niños, independientemente de sus habilidades o necesidades especiales.
Técnicas de aprendizaje cooperativo en infantil
A continuación, algunas técnicas prácticas que utilizamos en las aulas, ya sea en pareja, grupo o gran grupo:
- Construcciones colaborativas: Utilizar bloques o materiales reciclados para construir algo en equipo, como una torre o una casa, fomenta la creatividad y el trabajo conjunto.
- Los equipos de expertos: Cada grupo se especializa en un tema y luego comparte lo aprendido con los demás, promoviendo la enseñanza entre pares.
- Lápices al centro: Es una técnica en la que deben, de manera grupal, resolver una tarea o problema compartiendo sus ideas, pero el único material permitido para escribir (como lápices) debe estar en el centro de la mesa o espacio común.
- Folio giratorio: cada equipo cooperativo tiene un folio en el que deben escribir, dibujar sus ideas o respuestas sobre un tema específico. El primer miembro del equipo comienza escribiendo en el folio, y luego este se pasa a al siguiente que sigue desarrollando o ampliando la información inicial, y así sucesivamente.
- Dibujo cooperativo: En un soporte, consiste en hacer un dibujo de forma conjunta, ya sea en gran grupo o pequeños grupos.
Conclusión
El aprendizaje cooperativo es una herramienta esencial en el aula de infantil, ya que combina el desarrollo académico con el fortalecimiento de habilidades de autonomía, sociales y emocionales.
Aplicar este enfoque de manera constante y creativa no solo beneficia a los niños en su etapa educativa inicial, sino que también sienta las bases para su desarrollo integral y su capacidad de trabajar en equipo.
Nos leemos.
