«Miradas al interior»
José Luis Sainz Maroto
Hacía un tiempo, la humanidad había olvidado todo lo importante que rodeaba a cada persona, a cada individuo, centrándose solamente en su aspecto físico, en lo que se ve, en su apariencia, en su fachada. Podríamos decir que dando más valor al envoltorio que al contenido.
Así, vivían confundidos, porque siempre hay lobos con piel de cordero, porque, aunque la mona se vista de seda, mona se queda, porque hombre bien vestido, por su palabra es creído, porque no es oro todo lo que reluce… Y, así, podríamos seguir mencionando un sinfín de refranes y dichos populares para referirnos a este hecho.
Por suerte, o por desgracia, siempre hay rayos de luz en los infortunios y, dicha enfermedad, a pesar de todos los aspectos negativos que ha tenido para el mundo, y sobre todo para la humanidad, también ha tenido puntos positivos. Los animales han disfrutado de mayor libertad, los terrenos vírgenes, apenas inexistentes, por no decir quiméricos terrenos de naturaleza inhabitada, han pasado a tener vida sin humanos. Y, sobre todo, por lo que al título se refiere, gracias a las mascarillas, la gente ha empezado a observar las miradas, a fijarse en las palabras, dándose cuenta del valor del corazón y todos los sentimientos que éste lleva dentro… En definitiva, ha empezado a mirar más allá de la mera apariencia corporal.
A través de la mirada podemos a ver la tristeza, la sorpresa, el miedo, la alegría… Todos esos sentimientos que hacen lo humano.
Con una buena charla o conversación las personas pueden llegar a ganarse corazones. Lanzando palabras bonitas activamos los cerebros más apagados.
La dichosa mascarilla que no deja respirar ha tapado también el espejo del alma… Pero
¿dónde está el alma? Si hay algo importante en el cuerpo de una persona, y más para llegar a otras, se ha visto al sentir sus corazones palpitar alegres, se ha notado al llegar a su cerebro, haciendo que este genere endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina dando salida al cuarteto de la felicidad.
Ese achicamiento de los ojos que visto desde frente hace que tu corazón vuelva a cabalgar y sentir que la vida sigue teniendo mucho, pero que mucho sentido.
Por eso, han dejado de solo mirar la carcasa corpórea y, ahora, pueden mirar dentro de la persona, además del interior de uno mismo, para con todo ello poder hacer mejor todo lo que les rodea.
El mundo necesita cambios, respeto, empezando por nuestros iguales. Es un punto importante y necesario para todos y en especial para él. El mundo no es solo humanidad, pero esta contribuye en gran parte a sus cambios en la actualidad.