La pandemia del coronavirus que asola a gran parte del mundo también ha obligado a cerrar hasta nueva orden el colegio de GSD en Camerún, pero el trabajo continúa para mantener la actividad formativa lo mejor posible y atender las necesidades de la Comunidad Educativa GSD en el país africano. GSD sigue contando con el profesorado, cuya labor resulta imprescindible. Los docentes siguen en nómina, gracias a la Fundación Abriendo Caminos y la Fundación GSD, trabajando con la mayor motivación para solventar este contexto social tan difícil, utilizando los medios y herramientas disponibles para ayudar a las familias en la educación de los niños y niñas del centro.
Asimismo, el mantenimiento de las instalaciones de escuela también es muy importante para retomar cuanto antes el día a día lectivo en Pouma, donde se inauguró hace casi dos años GSD École Internationale au Camerún.
Educación y progreso en Camerún
“Las personas sabias son propensas a la adaptabilidad.” (Michel de Montaigne)
El colegio GSD École Internationale au Camerún, que ha dado una oportunidad de educación y progreso a una población olvidada, permanece cerrado desde finales de marzo por la situación de pandemia global que también ha llegado a Camerún.
Aunque no siempre lo percibamos, nuestra vida está siempre sujeta a cambios, que en estos tiempos sentimos más que nunca. En África, dónde la vida puede ser radicalmente distinta cada día, están acostumbrados a reinventarse por la falta de recursos y la inestabilidad.
A pesar de las rudimentarias posibilidades tecnológicas de la zona, nuestros profesores no han dejado de atender y cuidar el aprendizaje de nuestros alumnos. El entorno rural y el confinamiento mucho más laxo que en Occidente permiten a nuestros docentes acercarse puntualmente a los hogares de las familias para hacer un seguimiento escolar, entregar y recoger tareas o supervisar el trabajo, siempre con las medidas de seguridad necesarias. Cuando las conexiones lo hacen posible, usan el teléfono para ofrecer orientaciones a nuestros alumnos.
En una cultura de tradición oral, el boca a boca también funciona en esta situación y las tareas y deberes son pasados de familia en familia como un trabajo en cadena, que impregna de solidaridad y valores cooperativos el entorno.
Seguimiento constante desde GSD
Desde GSD España seguimos haciendo un seguimiento constante en esta compleja situación, dando directrices y pautas para que nuestros alumnos estén acompañados en este tiempo y refuercen ciertos contenidos básicos, se ejerciten en la realización de manualidades o trabajen la psicomotricidad con la música y la danza tan propia del entorno. Desde las instituciones educativas de Camerún se prevé que el curso escolar se alargue en julio y, en todo caso, plantearemos que al inicio del siguiente curso se revisen los contenidos esenciales para poder seguir progresando sin dejar a nadie atrás.
La cooperación de toda la comunidad y el entorno ha sido, desde el principio, un elemento imprescindible para desarrollar nuestro proyecto. Hemos fomentado y cuidado relaciones de confianza y colaboración mutua con hospitales, farmacias, escuelas de formación profesional que nos proporcionan diversos materiales, colegios, iglesia…
Al inicio de este curso, creamos una asociación de padres y madres que colaboran y ayudan en el desarrollo del centro, organizando actividades en días señalados en el calendario escolar, gestionando materiales, dando algunas charlas sobre sus profesiones o colaborando con el huerto del colegio: un pequeño terreno cedido por la Iglesia, que cumple una función pedagógica con nuestros alumnos, pero también proporciona verduras frescas y naturales: Quid pro quo.
Agradecimiento a las instituciones locales
Debemos decir que contamos con el apoyo sincero de la Diócesis de Edea y las autoridades locales, que cuidan con orgullo de la escuela para que en estos momentos no sea pasto de la necesidad ajena y del deterioro, propio de otros entornos de África en situaciones de abandono e inseguridad cuando los recursos son escasos o mal distribuidos.
La Fundación Abriendo Caminos, iniciadora y promotora del proyecto, junto con la Fundación GSD, que cuenta, entre otros recursos, con las donaciones de las familias de nuestros alumnos y las actividades solidarias que se realizan a lo largo de cada curso, siguen realizando el esfuerzo para continuar con el pago de las nóminas y seguros sociales de los trabajadores cameruneses, que en un país con nula o escasa protección social quedarían varados a merced de las complejas circunstancias y sería difícil mantener su compromiso posterior.
Debemos conservar también, como un capital simbólico de gran valor, la inversión en cursos de formación a nuestros docentes cameruneses, que hemos llevado a cabo durante estos años y que han servido para implementar modelos de trabajo e innovación pedagógica propios de nuestros modelos GSD en España, tales como aprendizaje cooperativo, inteligencia emocional, lectoescritura, inteligencias múltiples, psicomotricidad a través del ajedrez… Siempre hemos creído que debemos propiciar de forma paulatina que el proyecto se gestione de forma autónoma en un futuro y este sigue siendo nuestro objetivo a largo plazo.
Gratitud a las familias
Es necesario reseñar que las familias de los alumnos cameruneses también siguen haciendo su esfuerzo para abonar las cuotas previstas tras la dotación de becas que se asignó en el mes de diciembre. Desde el principio hemos considerado como elementos esenciales la formación, la inter-cooperación y el fomento del interés por la comunidad, haciendo gala de la frase clásica que nos dice que “para educar hace falta toda la tribu” y entendiendo la educación como una tarea transversal a diferentes agentes sociales y como base de una sociedad mejor.
Son estos valores cooperativos, unidos a la justicia social, los elementos principales que mueven nuestras acciones, adaptados al entorno y las circunstancias, de un proyecto solidario que hoy más que nunca nos parece imprescindible mantener con determinación, solidaridad y optimismo.
GSD, educación y responsabilidad social
GSD es una empresa socialmente responsable y con el compromiso de apoyar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por Naciones Unidas en su Asamblea General de 2015.
Así surge el proyecto de GSD Camerún, que pretende ayudar al desarrollo de una region rural en Edea actuando en un lugar con déficit de escolarización como es la región de Pouma. Asimismo, GSD contribuye a transformar la sociedad formando y creando empleo autóctono de calidad que favorezca el desarrollo económico. Actualmente, el centro cuenta con 15 empleados y participan distitos grupos de interés, entre los que destacan la Diócesis de Edea, la Fundación Abriendo Caminos, GSD Cooperativa y la Fundación GSD.
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