Estos casi 2 minutos de intensidad total es el tiempo que Nicolás García, alumno de GSD Moratalaz y nadador del Club Deportivo GSD, tardó en completar su prueba de 200 metros espalda y que le suponen el pasaporte directo para la Olimpiada de Tokio 2021.
Nico nos recibe con el pelo todavía mojado de su primera sesión de entrenamientos del día. Son las 9 de la mañana y lleva ya dos horas nadando, y todavía le queda la segunda sesión, la de la tarde, de 4 a 7:30, y entre medias de sus dos sesiones, sus clases de Formación Profesional . Cuando llega a casa se permite el lujo de un pequeño descanso y a estudiar. Así un día detrás de otro. Es la única forma de llegar a ser un medallista Olímpico en los 200 metros espalda.
Una posibilidad que se abrió en Castellón el pasado 6 de diciembre cuando Nico, y sus 193 centímetros, iban lanzados a pulverizar la marca necesaria para poder estar presente en las Olimpiadas de Tokio; y así fue 01:57:16
“Fueron un conjunto de emociones, de alegría, de euforia, no sabía ni que pensar ni nada… solo quería celebrarlo y poder gritar de la emoción”. Algo más de mes y medio después todavía le brillan los ojos cuando lo cuenta. Sigue contándonos las sensaciones previas y que tenía en la cabeza en esos momentos “yo tenía la intención y el pensamiento de que podía hacerlo – nos asegura Nico – pero nunca se sabe en este deporte que puede ser tan esporádico y se tienen que unir tantas cosas. A mí se me unieron todas las cosas a la vez… y me surgió”.
Ahora el principal objetivo es llegar a Tokio en perfectas condiciones y, para eso, su primer objetivo es ganar un poco de peso (ahora mismo está en 74 kg). “Lo que queremos es aumentar la musculación, buscando – con eso – aumentar también la fuerza en el agua, porque todavía se puede aumentar. No soy una persona que tenga demasiado músculo. Y ese punto de más de músculo, no va a hacer que vaya más despacio, más bien todo lo contrario”. Para ir consiguiendo estos objetivos cuenta con la ayuda de una Nutricionista “a la que vamos casi todos los compañeros” asegura sonriendo con los ojos, pues la mascarilla no nos permite ver su sonrisa. Nos dice que “no hay un régimen alimentario como tal, me aconsejan que coma de todo, pero sano; no me pautan demasiadas cosas; es más un tema de suplementaciones como proteínas o de alimentos que me ayuden a recuperar el desgaste que tengo con tantas horas de entrenamiento y de esfuerzo físico”.
Además de gran nadador, y mejor persona, Nico es la sinceridad personificada en sus 193 centímetros; le tientan las hamburguesas, las pizzas y aunque son comidas que tienen restringidas “suelo, asegura, comer hamburguesa o pizza una vez cada dos semanas”. El extremo contrario a su quehacer diario es el descanso; y es algo que se cuida tanto, o más, que el ejercicio o la alimentación. En principio no hay un horario obligatorio, pero si la necesidad de dormir ¡como mínimo siete horas!.
Si me meto en semifinal o, hablando ya muy alto, en la final … ¡sería algo increíble!
Con que nos fijemos un poco en cualquier nadador, nos daremos cuenta que están depilados, no tienen vello. No me resisto a preguntarle a Nico si es obligatorio, es estético o –simplemente – una moda. Su contestación es directa y no se hace esperar, no duda un instante “no, obligatorio como tal, no es. Sí que lo hace todo el mundo; es más una sugerencia que una obligación. A ver, notar, notas sensaciones; pero no vas a notar que vas más rápido por ir depilado o no. Al final puede que la marca baje algo; es verdad que cuando estás acostumbrado a nadar con vello y te lo quitas, notas más rozamiento sobre tu piel, más aerodinamismo”.
Hasta 1º de primaria Nico dedicó todos sus esfuerzos al baloncesto. La naturaleza le había dotado de unas excelentes “herramientas” para ello, sobre todo centímetros y una envergadura excepcional. En esas fechas un profesor de Educación Física le dijo “te veo muy bien nadando” y le dijo que se animara. “Durante cuatro años compaginé el baloncesto y la natación, al final –asegura Nico- tuve que elegir uno de los dos, porque no me daba el tiempo con entrenamientos y estudios. Y por el nivel que tenía, elegí la natación”. ¡Algo de lo que nos alegramos todos!
En el agua no pienso en nada; simplemente notar las sensaciones y ¡lo que vaya saliendo!
A pesar de esos horarios, las clases, los entrenamientos, del estudio y del descanso…hay tiempo para todo. Sobre todo, su mayor afición, con permiso de la natación, estar con sus amigos y – claro – con su pareja. Cuando nos lo cuenta sus ojos se achinan como los de un niño pequeño al que hayan pillado cogiendo chocolate a hurtadillas. Salir con su grupo de gente es lo que más le puede gustar. “Se puede compaginar estar con los amigos, con la pareja; sí, es compatible la alta competición y las relaciones sociales” es lo que más le gusta; bueno, casi lo que más.Su pasión, su entretenimiento es la Play. Y como no podía ser de otra forma, el juego que más le gusta el “Shooters” de moda desde hace mucho tiempo Call of Duty.
Sus opciones, sus posibilidades son infinitas, lo demostró consiguiendo la marca. De cara a la competición es realismo puro “A ver, el objetivo este año, si me meto en semifinales o, hablando ya muy alto, en la final sería algo increíble. Pero vamos, yo voy a nadar las eliminatorias dando todo lo posible… y lo que salga”.
No es supersticioso, no tiene ningún ritual a la hora de entrar en el agua. Es sencillo, como todo en su vida. “Yo, lo que vaya saliendo; lo que ocurra en el momento y ¡pum! Al agua; la mente en blanco y ya está” y termina diciendo “no pienso ni en que tengo que nadar, simplemente notar las sensaciones, el agua”.
Tiene 18 años, a la Olimpiada llegará con los 19 y ojalá se pueda colgar alguna medalla. Es un sueño, pero lo bueno de los sueños es cumplirlos y él, Nico, está haciendo todo lo que hay que hacer para que sean realidad.
Nicolás García Saiz, “Nico”, es un nadador y – desde este año – exalumno de GSD Moratalaz. Para los que hemos sido deportistas ha cumplido nuestro mayor sueño: clasificarse para unos Juegos Olímpicos.
Su andadura en nuestro colegio, y Club de Natación, comienza desde muy pronto, compatibilizando -al principio- la natación con otra de sus pasiones, el baloncesto.
La vinculación de Nico y de su familia con nuestra cooperativa siempre ha sido muy notable; y lo sigue siendo, ya que su hermana continua en el mismo Colegio en el que Nico estudió hasta 2º de Bachillerato.
El apoyo al Club Deportivo por parte de su familia es total y absoluto; llegando incluso a que Alberto, padre de Nico, hace de fotógrafo en muchas competiciones de forma desinteresada.
Yo he podido vivir con Nico momentos muy especiales. Para que os hagáis una idea, en sus primeros Campeonatos de España pude ver como conseguía medallas ¡nadando con su bañador blanco de Popeye tipo slip! cuando sus rivales ya utilizaban “fast”; ahí empezó a marcar ciertas diferencias. Otro recuerdo muy especial fue nuestro viaje, de una semana, a Jordania para una competición con un colegio hermanado con GSD; y, como estos, otras experiencias y anécdotas.
Pero sin duda, el día 6 de diciembre de 2020, es un día que tendré grabado en mi mente toda la vida. Desde el primer largo se le veía con fuerza, con ganas, dándolo todo en cada uno de ellos; el último largo fue espectacular… y cuando vimos el tiempo había pulverizado su mejor marca personal por varios segundos, ¡tenía una plaza para los Juegos Olímpicos!.
Nico es un chico inteligente, es buen compañero, trabajador y cumplidor a rajatabla en su preparación, horarios, entrenamientos, comidas, en fin, un gran tipo. Aunque con alguna dificultad, ¡y quien no!, ha ido completando los cursos académicos. Con él hemos vivido, hemos disfrutado y nos hemos emocionado como si los que nadáramos fuéramos nosotros. Estoy seguro que se hablará, y mucho, de la natación española y su protagonista Nicolás García Saiz “Nico”… ¡Enhorabuena!
–David Ramiro–
Coordinador Intercentros del Club Deportivo GSD
