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Con educación, un niño tiene futuro

Solidaridad, implicación, proyecto, trabajo, alumnos, familias… estas son algunas de las palabras más escuchadas en una conversación en la que aprendimos que con educación, la infancia es capaz de tener esperanza y un proyecto vital. Más de una hora de charla con Matilde Fernández, Paco Bouzas y Lola Granado, en la biblioteca de GSD Las Suertes.

—Matilde— Hace ya muchos años desde que en 2004 la Fundación GSD y España con ACNUR nos unimos para trabajar en el Proyecto Educar a los Niños Refugiados del Mundo y desde entonces no nos hemos separado.
¿Cuál es el objetivo? Lo que se traslada a los profesores y a las familias de GSD es que con educación un niño tiene futuro. Con educación la infancia es capaz de tener esperanza y un proyecto vital.
ACNUR se marcó el objetivo de, en década y media, tener un millón doscientos cincuenta mil niños educándose en 10 países africanos. Y, desde el primer momento, la Fundación GSD dijo “ahí queremos estar nosotros”, y desde entonces estamos trabajando juntos en el objetivo de dar futuro a los niños.

—Paco— La base de nuestras actuaciones es la educación vista como una herramienta. El proyecto y la colaboración con ACNUR son fundamentales, se trata de concienciar a toda la Comunidad Educativa. Todo el mundo está implicado en el Colegio de Camerún, teniendo como punto en común la creatividad. Los alumnos ven, a miles de kilómetros, a sus compañeros y los ven como si fueran del colegio de Buitrago, Las Rozas o Vallecas “son los de Camerún”. De esta manera conocen otras realidades. Esta comprensión es necesaria para evitar los males de la xenofobia y el racismo.

En el colegio de Camerún está implicado todo el mundo, teniendo como base la creatividad de los alumnos

Paco Bouzas, Presidente de la Fundación GSD

—Lola— Sin duda estas nuevas generaciones tienen muy interiorizada, y con mucha profundidad, la solidaridad. En el proyecto educativo se trabaja mucho con ellos el compromiso y la participación activa para mejorar el entorno en el que se encuentran…
Con el Banco de Alimentos este año se han recogido 20.000 kilos de comida, y en cuanto a la recaudación de fondos para ACNUR, desde que estamos colaborando – año 2004 – la suma total asciende a 500.000€. Todo esto, lógicamente, es el resultado del trabajo de la Comunidad Educativa de GSD, de los alumnos, de sus padres y, cómo no, de los profesores.

—Matilde— Llevamos muchos años educando en Derechos Humanos, celebrando jornadas informativas, poniendo a los alumnos vídeos de campamentos de refugiados y los niños preguntándonos: “¿Esto por qué es así?”.
Recuerdo una ocasión en el colegio de Vallecas en la que los niños decían “y siendo pobres ¿cómo van con uniforme?” y les explicábamos que por algo tan sencillo como que “llevar uniforme les protege” cuando van caminando del colegio a su poblado, que pueden ser horas de ida y otras tantas de vuelta. Si alguien los intenta secuestrar o hacer daño, el uniforme les protege, porque detrás de ese uniforme hay una comunidad que se moviliza.
Les damos a los alumnos la posibilidad de conocer otro mundo, a otras personas; por ejemplo, el concurso que hacemos de dibujo o la Fiesta de la Primavera son actividades que unen a los niños de Madrid y los niños de los campos de refugiados.

Matilde se emociona cuando cuenta todo esto. Una mujer tranquila con una voz clara, de pronto se enciende, se le iluminan los ojos y nos mira a todos los asistentes desde muy adentro. La necesidad de ayudar a todos estos jóvenes la tiene totalmente interiorizada.

Detrás de la actividad de educar a niños y niñas para ser hombres y mujeres hay mucha belleza

Matilde Fernández, Vicepresidenta de la Fundación GSD

—Paco— El concurso de dibujo es creatividad, sin duda, pero los dibujos, lo que nos dan a entender, son las interpretaciones que hacen los alumnos de lo que pasa, algunas de ellas con verdadero conocimiento.

—Matilde— Los proyectos de cooperación al desarrollo hechos previamente en los colegios GSD, sobre todo con nosotros, con ACNUR, han llevado a que en el momento en el que apareció el colegio de Camerún todo el mundo se implicara.
Este colegio es como si fuera el de El Escorial o el de Buitrago, ¡es uno más!, y eso tiene que ver con una Comunidad Educativa totalmente vinculada al proyecto de educación global. Las familias entienden que en GSD sus hijos reciben una educación con futuro, una educación de calidad y solidaria. Son niños que, de pronto, dicen “hay un colegio más, que ¡está lejísimos!, pero que es nuestro, es el colegio de Camerún”. Esto es posible gracias a la implicación de las familias.
Fíjate hasta qué punto nos ha implicado el proyecto de Camerún – me lo dice mirándome a los ojos y con toda la intensidad posible, con emoción y con orgullo – que los de ACNUR decimos, “si los recursos se tienen que recortar para ACNUR, no pasa nada, pero ayudemos a GSD a potenciar el colegio de Camerún”, porque esto es una forma maravillosa de hacer cooperación, aunque en este colegio no haya niños refugiados. Ahí encuentras una simbiosis entre cómo trabajamos GSD y ACNUR, ACNUR y GSD.

—Lola— El proyecto de Camerún es una muestra manifiesta de la identificación que tiene nuestra Comunidad, nuestros alumnos, con esos problemas; es un colegio más, aunque esté a kilómetros de distancia. Te hablan del colegio de Camerún como si hablaran de GSD El Escorial.

Lo que hacemos es gracias al compromiso de las familias y los profesores. No podríamos hacer nada sin su colaboración

Lola Granado, Directora RSE en GSD Cooperativa

—Paco— Es importantísimo. Es una alianza entre dos Fundaciones: Abriendo Caminos y Fundación GSD. Esto enlaza con la internacionalización del Proyecto Educativo GSD y del apoyo a las lenguas. Así se conocen muchas culturas, a través de las lenguas. Los alumnos son conscientes de lo que están haciendo y además participan emotivamente. En un proyecto como el de GSD formamos alumnos críticos, con valores democráticos, que sepan elegir y ser elegidos.

—Matilde— Lo que veo es que estos colegios, los colegios GSD, que se autogestionan, porque los trabajadores son cooperativistas, enseñan a los niños a que verdades absolutas hay pocas, y que la forma de acercarse mejor a la verdad es mirarla poliédricamente.
Yo les he contado muchas veces a los niños una anécdota del actor Brad Pitt: cuando estaba presentando una película se produjeron una serie de actos vandálicos contra gente de raza negra en EE. UU. y le preguntaron al actor “¿Cómo se puede evitar o luchar contra el racismo?”, a lo que contestó el actor “Eso se cura viajando”.
El profesorado de GSD enseña a los niños que además de vivir en su ciudad, en su comunidad, en su pueblo o en su país, forman parte de un mundo que tiene muchas realidades y que, conocer esas realidades enseña a tomar mejores decisiones y a ser más solidarios. Eso es un valor.

—Paco— Ahora mismo tenemos varios proyectos. Uno de ellos es “Global Conections for India” un proyecto desarrollado por la organización Global Connections, de la que GSD forma parte desde hace años, y que sirve para recoger dinero ante la catástrofe generada por la nueva cepa de COVID-19, para que algunos niños de la India coman por lo menos una vez al día. Es terrible, pero es así. Lo primero es que puedan comer, sobrevivir, para luego poder estudiar y formarse.
Otro ejemplo es “Tras la máscara”, en el que, a través del teatro, los alumnos adquieren habilidades sociales apoyándose unos a otros.
—Matilde— GSD muestra su coherencia con la Responsabilidad Social incorporando, tanto a través de la Fundación como en sus programas educativos, tres grandes objetivos:

Cuidar a la gente en igualdad y justicia.
Cuidar al planeta con sostenibilidad y consumo responsable.
Hacer todo esto con diálogo y con pactos.

GSD forma parte de la red mundial de la coherencia, y lo hace formando e informando, con una educación cualitativa. Se está formando a alumnos para conocer el mundo. Es la imagen de calidad educativa, cultural, expresión, integración y todo con procesos democráticos.
Si yo fuera ministra de exteriores exportaría a los profesores de GSD, a los niños y a los padres con sus experiencias; en el sentido de que tienen muchas cosas buenas que enseñar. Esperemos que puedan seguir haciéndolo cada vez más en el futuro.

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