Editorial. Rubén Saul Cano González. Director de GSD Guadarrama
Estimadas familias, estudiantes y miembros de la comunidad educativa GSD.
Desde un primer momento, en la Cooperativa GSD entendimos la educación en un sentido amplio, dando importancia conocimiento académico, pero también todas las habilidades que hicieran de nuestros alumnos ciudadanos de un mundo cada vez más globalizado y cambiante.
Seguro que algunos de los padres y madres que fueron alumnos de GSD en sus primeros años recordarán los primeros campamentos de verano en el pantano de Ruesga, Arenas de San Pedro o Cuenca y que, con el tiempo, se trasladaron también al curso escolar con las estancias en la granja-escuela de Uceda o el albergue de Cercedilla, consolidándose con el aula de la naturaleza Vía Láctea en Casavieja y el albergue Sendas del Riaza en Valdevacas de Montejo. Estos dos espacios permiten que el alumnado de GSD, desde Infantil hasta Secundaria, pueda disfrutar y aprender a respetar la naturaleza con actividades tan variadas como reconocer animales por sus huellas o jugar a juegos tradicionales en la plaza del pueblo.
Actualmente cada centro GSD cuenta con un Club Deportivo, una Asociación Cultural y una Escuela de Música y Danza con una variada oferta de actividades extraescolares. Los alumnos pueden practicar desde triatlón hasta robótica, pasando por teatro o batería, fomentando en ellos valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, el respeto o la autosuperación.
En un mundo cada vez más globalizado, también comprendimos que la mentalidad internacional se consigue a través del contacto y que no está vinculada únicamente a conocer la lengua del otro. Los programas internacionales de GSD permiten que nuestro alumnado viva experiencias inmersivas en los cinco continentes. Nuestros alumnos forman parte de familias que les ayudan a conocer su cultura y tradiciones de primera mano, desarrollando el respeto, la tolerancia y desarrollando su autonomía.
En definitiva, en GSD queremos que nuestro alumnado crezca adquiriendo conocimiento de sí mismo y de otros, generando en ellos en la ilusión por mejorar el mundo y actuar. Los animamos a hacer suya la frase “el mundo no se nos ha dado para contemplarlo, sino para transformarlo” que en GSD tomamos como lema y guía que marca nuestra forma de entender la educación.
